EL PASAPORTE

Para muchos un simple documento obligado que te sirve para ir pasando de país en país de forma legal, y recibiendo un timbre a la salida y entrada de cada uno. La Real Academia Española lo define como "licencia o despacho por escrito que se da para poder pasar y seguramente de un pueblo o país a otro".

Pero si se mira desde otra perspectiva, el pasaporte ha sido siempre el mejor y más simple diario de viajes que puedas tener. Nadie puede dudar que hayas estado en tal o cual lugar porque ese cuadernillo de tapas semiduras que contiene tu foto, nombre y otros datos personales, te va resumiendo poco a poco tus andanzas por el mundo gracias a los timbres aduaneros; un simple timbre te permite recorrer grandes distancias nuevas para ti, y una vez de vuelta, un simple timbre que te recuerda todo lo que viviste.

Ir viendo como tu pasaporte se va llenando, es una experiencia emocionante. Incluso llegas a pedir que te timbren el tuyo aunque vallas a Argentina o Brasil, donde en nuesto caso, los chilenos, solo necesitamos el carnet de identidad. Recopilar un serie de sellos de destinos variados no hace más que enriquecer tu experiencia viajera.

Juan Pablo Meneses cuenta en una de sus historias, precisamente sobre este tema, que "...hablando con un viejo periodista deportivo argentino, me dijo que en todos sus años de carrera nunca escribió un libro: "Sólo llené pasaportes". Y me lo dijo sereno, con la tranquilidad de un autor que se sabe respaldado por una gran obra. "

El pasaporte, fiel compañero y libro de viajes...