10 CONSEJOS PARA EL VIAJERO AVENTURERO
Siempre es bueno escuchar las experiencias de los demás, en especial si quien te las dice lleva años viajando, más de algo nos servirá para cuando nosotros emprendamos un viaje, y si no, ¿por qué no conocer su punto de vista?
Tom Cole ha encabezado excursiones de aventura por más de 20 años, y nos deja sus consejos para disfrutar (y dejar disfrutar).
1. La aventura no se puede garantizar: si fuera así, no sería aventura. Los viajes de este tipo tienen, necesariamente, un componente impredecible que debe asumirse.
2. Elige el punto de vista de Marco Polo. Durante el viaje, es muy fácil meterse en el ambiente y la temática del mismo. Pero al regresar a casa y contar nuestras vivencia, solemos contar que debíamos comer cosas desconocidas en lugares perdidos, que el compañero de cuarto (o tienda) roncaba, o que trajimos 267 picaduras de mosquitos. No olvides tus sentimientos al descubrir aquellos lugares. Revive el ambiente. Transmítelo.
3. No es necesario cumplir todo lo que propone el itinerario. La organización puede prever muchas actividades pero, ¿por qué no detenerse un poco más para ver anochecer? ¿O desviarse un poco de la ruta inicial para llegarse a un lugar nuevo? Merece la pena dejar los esquemas de lado.
4. Relájate: no puedes controlar absolutamente todas las condiciones. Un ferry puede retrasarse. El cruce a caballo puede cancelarse si las condiciones no son buenas. Vive paso a paso lo que se te propone.
5. Comparte. Tus compañeros de viaje también tienen sus propias experiencias. Escúchalos. Habla sobre el viaje que estás haciendo y no de la excursión del año pasado.
6. Los nombres son importantes. Fijemos el nombre de ese pueblito fascinante que acabamos de pasar. Anótalo. Tus recuerdos serán más vívidos al tener esa información.
7. La altura no es una cámara del terror. Mucha gente evita visitar lugares a más de cierta altura (digamos, más de 3.000 metros) preocupados por problemas respiratorios y demás. Si la ruta está bien organizada, los ascensos serán graduales y con normas de seguridad apropiadas. Piénsalo. Está ahí. ¡No puedes perderte el Lago Titicaca, los monasterios de Bhutan o el Aconcagua!
8. Deja descansar a tu cámara. Tus ojos serán tus aliados más fieles. Tu memoria se llenará de sensasciones imposible de captar por cualquier equipo. No vivas sólo através de una lente. Observa.
9. El agua caliente no es imprescindible para la vida humana (al menos por período corto). A pesar que de los avances en la vida diaria, ciertos servicios no son globales. Si la cabaña no tiene agua caliente, por 2 días no va a cambiar tu vida.
10. Todo es interesante. No deseches experiencias. No ignores los guiños de la vida cotidiana del lugar. No todo son grandes monumentos o paisajes. Mira las miradas. Refléjate en las caras de la gente. Huele la comida callejera. Escucha los sonidos de la noche. Vive.
Fuente
www.diariodelviajero.com
Tom Cole ha encabezado excursiones de aventura por más de 20 años, y nos deja sus consejos para disfrutar (y dejar disfrutar).
1. La aventura no se puede garantizar: si fuera así, no sería aventura. Los viajes de este tipo tienen, necesariamente, un componente impredecible que debe asumirse.
2. Elige el punto de vista de Marco Polo. Durante el viaje, es muy fácil meterse en el ambiente y la temática del mismo. Pero al regresar a casa y contar nuestras vivencia, solemos contar que debíamos comer cosas desconocidas en lugares perdidos, que el compañero de cuarto (o tienda) roncaba, o que trajimos 267 picaduras de mosquitos. No olvides tus sentimientos al descubrir aquellos lugares. Revive el ambiente. Transmítelo.
3. No es necesario cumplir todo lo que propone el itinerario. La organización puede prever muchas actividades pero, ¿por qué no detenerse un poco más para ver anochecer? ¿O desviarse un poco de la ruta inicial para llegarse a un lugar nuevo? Merece la pena dejar los esquemas de lado.
4. Relájate: no puedes controlar absolutamente todas las condiciones. Un ferry puede retrasarse. El cruce a caballo puede cancelarse si las condiciones no son buenas. Vive paso a paso lo que se te propone.
5. Comparte. Tus compañeros de viaje también tienen sus propias experiencias. Escúchalos. Habla sobre el viaje que estás haciendo y no de la excursión del año pasado.
6. Los nombres son importantes. Fijemos el nombre de ese pueblito fascinante que acabamos de pasar. Anótalo. Tus recuerdos serán más vívidos al tener esa información.
7. La altura no es una cámara del terror. Mucha gente evita visitar lugares a más de cierta altura (digamos, más de 3.000 metros) preocupados por problemas respiratorios y demás. Si la ruta está bien organizada, los ascensos serán graduales y con normas de seguridad apropiadas. Piénsalo. Está ahí. ¡No puedes perderte el Lago Titicaca, los monasterios de Bhutan o el Aconcagua!
8. Deja descansar a tu cámara. Tus ojos serán tus aliados más fieles. Tu memoria se llenará de sensasciones imposible de captar por cualquier equipo. No vivas sólo através de una lente. Observa.
9. El agua caliente no es imprescindible para la vida humana (al menos por período corto). A pesar que de los avances en la vida diaria, ciertos servicios no son globales. Si la cabaña no tiene agua caliente, por 2 días no va a cambiar tu vida.
10. Todo es interesante. No deseches experiencias. No ignores los guiños de la vida cotidiana del lugar. No todo son grandes monumentos o paisajes. Mira las miradas. Refléjate en las caras de la gente. Huele la comida callejera. Escucha los sonidos de la noche. Vive.
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www.diariodelviajero.com
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