OBTENIENDO PASAPORTE EN 1830
Acudió en 1830 a una oficina de entrega de pasaportes en París, Francia. Él relata que "Chile era tan poco conocido en Europa en 1830, como lo es para los chilenos, en el día la geografía de los compartimientos lunares".
Al llegar, fue consultado por el oficinista:
- ¿De qué país es usted caballero?
- De la república chilena.
- ¿Cómo dice usted?
- De Chile, señor.
- ¿ Qué está usted diciendo?… Chile, ¡vaya un nombre!
- Si, señor. - respondió Pérez- De Chile, república americana. ¿Qué tiene de extraño este nombre?
- ¡Ah, ah!, ¿de l’«Amérique», eh?… Chili… Chile, aguarde usted… Chile. Dígame usted más bien, caballero, ¿de qué pueblo es usted?, porque de tal Chili no hago memoria.
- De la ciudad de Santiago, señor.
- ¡Anda diablo! - exclamo entonces el sabio oficinista- ¡acabará usted de explicarse! - Y volviéndose a su escribiente le dictó estas palabras:
V. Pérez Rosales, natural de Santiago de México.
Al oír semejante atrocidad, Pérez Rosales exclamó exasperado: ¡De Chile! Que no de México
Pues, mándeseme mudar de aquí - respondió el geógrafo - y no me vuelva a entrar en mi oficina antes de averiguar mejor cuál es su patria.
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