viernes, noviembre 24, 2006

PRIMEROS AUXILIOS PARA VIAJEROS


Este artículo está dedicado a los viajeros que no temen probar un poco de aventura, tentarse con una excursión fuera de lo común o simplemente recorrer una ciudad desconocida. Todo viaje implica un riesgo, porque nunca sabes lo que puede pasar. Siempre es importante tener una mínima noción de qué hacer y qué NO hacer en caso de un accidente. Así, podrás cuidar de tí mismo, de tus compañeros de viaje y hacer que la travesía siga su curso.

Desde el instante en que sales de tu casa con las maletas y la cámara de fotos, te emprender en una aventura. Es a partir de ese momento cuando empieza la adrelina, los nervios y las ganas de llegar ya a destino. Ganas inversamente proporcionales al deseo de no regresar a casa por mucho tiempo, porque el viaje de vuelta implica dejar todo atrás y que pase a formar parte de un recuerdo.

Ya sea que viajen por días, semanas y hasta meses, todos los viajeros deben tener presente que cualquier cosa puede pasar, tanto cosas buenas como malas. Por eso, nunca está de más andar precavido y evitar esos accidentes que pueden mandarnos muy rápido a casa.

Seguro médico

Ante todo, es muy recomendable viajar con un seguro médico que puedes requerir en centros de salud privados.Estos seguros son especiales para viajeros, con atención personalizada ante cualquier tipo de percance que puedas llegar a sufrir. Los montos varían según la empresa que contrates, el tipo de cobertura que ofrecen y la calidad de su atención.

Los seguros médicos poseen cobertura en muchos destinos del mundo. Si viajas a una gran ciudad no debes preocuparte, pero si tu destino es un lugar remoto, con problemas políticos u otro tipo de características del estilo, deberás tener en mente otras opciones. En estos casos, es muy útil saber de antemano la ruta que tomarás para deducir en qué sitios podrás estar seguro y en cuáles tendrás que tener los mayores recaudos a la hora de lanzarte a la aventura.

El botiquín, nuestro mejor aliado

Los viajeros más expertos saben que un botiquín puede ahorrarles más de un dolor de cabeza. Lo más importante es saber qué cosas hacen falta para armar un botiquín, sin llevar cosas de menos ni de más. Armar tu propio kit de emergencias no es nada complicado. Estos son los elementos básicos:

- Aspirinas
- Antinflamatorios
- Iodo Providona al 10%
- Gasas esterilizadas
- Pastillas de carbono
- Jeringa, sin aguja grande
- Gotero con lavandina
- Sales hidratantes (para deshidratación)
- Crema hidratante (para quemaduras)
- Pastillas para el hígado/estomago y sales digestivas
- Guantes descartables

Ficha personal

En muchos casos de emergencia se presentan situaciones en las que debes recurrir a otras personas y pedir ayuda. Es difícil cuando se da una situación compleja y delicada, solucionarla solo. Por eso, cuando vayas de viaje, averigua el número de SEM (Sistema de Emergencias Médicas) local y agéndalo en algún lado. Si quieres ir más lejos, puedes incluir en tu equipaje una ficha personal, con datos de tu grupo sanguíneo, alergias y todo lo que pueda llegar a tener en cuenta el médico que te atienda en un eventual problema de salud.

Como las emergencias no se dan únicamente en sitios donde puede haber un doctor para asistirte, es importante llevar contigo la dirección del sitio donde te hospedas. Esto podrá ser de mucha ayuda si llegas a sufrir un accidente en zonas alejadaso fuera de la ciudad.

Heridas o hemorragias

Las hemorragias son muy comunes y pueden suceder en cualquier sitio. Pero, ¿sabes como frenarlas? Para aprender a detener una hemorragia es necesario que olvidemos algunas cosas que hayamos visto en las películas, o que nos han contado nuestras madres o abuelas. Estos pequeños mitos pueden empeorar la herida gravemente.

Para empezar, nunca debes exponer una herida al fuego, esto es algo que practicar únicamente los cirujanos con láser especiales y para eso tienen el título. Al quemar una herida, puede quedar dentro un foco infeccioso que se propague por toda la zona, pudiendo provocar infecciones internas y luego la necrosis de un miembro.

Tampoco debes poner azúcar común para ayudar la coagulación. El azúcar común contiene microorganismos invisibles a nuestros ojos que, una vez metidos en la herida y cuando esta ha sicratizado, pueden provocar lo mismo que en el caso anterior. Si insistes en utilizar azúcar, ten en cuenta que existen categorías especiales para este uso.

Por más sorprendente que te parezca, nunca uses alcohol, merteolate o agua oxigenada. Por un lado, el alcohol mata todo: a las bacterias infecciosas de una herida, a la piel y a las defensas del organismo. Esto ocasiona erosiones y futuros problemas de sicratización, además del dolor y los insultos de la víctima.

El merteolate (o cualquier cicatrizante de este tipo que contenga metales) contiene una gran cantidad de metales como el mercurio, que son altamente tóxicos para el organismo. Mientras que el agua oxigenada es la más indicada en estos casos, aún así mata únicamente un tipo de bacterias, dejando otras con vida. Tampoco debes coser ni dejar cerrar una herida sin haberla desinfectado antes.

¿Que debes hacer? Lo primero es detener la hemorragia. Para esto la única forma certera es hacer presión directa sobre la herida con una gasa, algodón o tela, tratando de que esté lo más limpio posible.

Luego debes limpiar la herida con agua y jabón. Si la herida es profunda se limpia bien hasta el fondo sin que queden rastros de suciedad. Una buena técnica para que el lavaje sea efectivo es a través de una jeringa sin aguja: lograrás tirar agua a mucha presión sobre la herida, barriendo así la suciedad que pueda quedar en el fondo.

Una vez lavada la herida, y sin dejar que se cierre, debes aplicar iodo providona al 10% (pervinox). Si la herida es muy grave, deberás llevar a la víctima a un hospital para asegurarte que no necesite otro tratamiento especial. Cuando tengas que estar en contacto con alguna herida, no te olvides de utilizar guantes descartables.

Viajando con Diabetes

El caso de los diabéticos es muy común, así como sus ataques. Si eres compañero o amigo de uno, seguramente te comentará su problema y te indicará la dosis y tipo de diabetes que tiene.

Existen 2 tipos de diabetes, sin entrar en grandes detalles. Así como hay 2 tipos –el “1” y el “2”– hay 2 ataques principales: la “hipoglucemia” (bajo nivel de glucosa) y el “coma hiperosmolar” (alto nivel de glucosa). Este último se da en muy raras ocasiones, pero igualmente es bueno que estés preparado. Los enfermos de diabetes son muy responsables con sus dosis y saben cuándo es momento de una dosis mediante un test llamado “glucotest”.

La solución: Todo caso de diabetes tiene que ser tratado como una hipoglucemia . ¿Y cómo se trata esto? Muy simple, sólo debes colocar debajo de la lengua un poco de azúcar, o un caramelo. Con esto la persona se irá recuperando de a poco hasta recobrar todas las fuerzas. En caso de “coma hiperosmolar”, el azúcar no cambiará en nada el cuadro de la víctima –ni para bien ni para mal–, por lo que deberás consultar con un médico para soulcionar el problema con insulina. Nunca se debe asignar una dosis de este tipo sin la supervisión de un doctor porque podría ocasionar grandes daños a la víctima.

Si se encuentra en un medio agreste donde no hay médicos, pregúntale a tu amigo qué dosis necesita en caso de emergencia y dónde guarda las ampollas y aguja.

Estas emergencias son bastante comunes en estos casos y ocurren cuando un diabético se administra insulina y no detiene el efecto de esta hormona con comida. También puede suceder después de un gran esfuerzo físico, haciendo que los músculos consuman mucha glucosa.

Para que la Epilepsia no te tome desprevenido

Los ataques de epilepsia son muy violentos y espontáneos. Se producen por descargas eléctricas en las neuronas a causa de algún problema cefálico. Hay 2 tipos de ataques. El más común comienza con un desmayo (hacia atrás) y es seguido por espasmos muy violentos y presencia de espuma en la boca. El otro –menos común– es llamado “ausentismo”, donde la persona se ausenta y sigue haciendo la actividad que venía realizando, mecánicamente. Hay muchos accidentes de tráfico debido a este caso, donde el conductor pasa todos los semáforos en rojo y no dobla: sólo sigue apretando el acelerador.

Es importante conocer estos tipos de ataques y más importante aún, saber que no se puede hacer nada para combatirlos. Si un compañero o amigo sufre uno de estos ataques, házte a un lado y espera a que el espasmo finalice. Si cuentas con una persona que te asista, puedes intentar introducir un paño en la boca del epiléptico para evitar que éste se muerda la lengua, o depositar una almohada o algo de ropa debajo de su cabeza, para que no se lastime. Sin embargo, esto es algo bastante riesgoso ya que puedes terminar con tus dedos mordidos, o tu cuerpo golpeado.

La fuerza de un ataque epiléptico es incalculable. Cuando la persona vuelva al estado consciente estará muy fatigada y con algunos músculos acalambrados. Si tratas de sujetarlo fuerte, por ejemplo de un brazo, es tanta la fuerza que hará el músculo, que se terminaría rompiendo el hueso de ese brazo. Por el bien de tu compañero y el tuyo, es recomendable que no te acerques.


Si viajas a territorio africano, debes aumentar las precausiones al máximo. Para estar prevenido, lee Consejos para viajar a África.

Fuente: www.viajeros.com

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Nice blog, added to my favorites. :)

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24 noviembre, 2006 10:03  
Anonymous Anónimo said...

Excelente blog ... muy entrete ... saludos

28 noviembre, 2006 10:06  

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